La hipersexualidad supone una alteración en el comportamiento sexual que se caracteriza por el aumento en la frecuencia e intensidad de fantasías, impulsos y conductas sexuales, asociadas a un componente de impulsividad, ya que la persona pierde el control de su conducta y mantiene la misma pese a que dicho comportamiento provoque un malestar significativo o deterioro en su vida. Los pensamientos y comportamientos sexuales de tintes obsesivos así como la sensación de incontrolabilidad del impulso sexual, causa graves problemas psicosociales convirtiéndose la conducta sexual en autodestructiva asociándose más que al placer a la necesidad de calmar otros estados emocionales negativos como la culpa, ansiedad, etc.
Estos comportamientos sexuales se pueden manifestar de diferentes formas: búsqueda compulsiva de nuevas parejas sexuales (actividad sexual de alta frecuencia), masturbación compulsiva, búsqueda incesante de parejas sexuales, uso frecuente de pornografía, múltiples encuentros sexuales en ausencia de deseo o satisfacción, búsqueda de personas en Internet con las que mantener relaciones sexuales online a través de webcam o chat (cibersexo) o de apps de citas, conducta sexual compulsiva en una relación estable se trata de personas con una incesante necesidad por mantener relaciones sexuales con sus parejas (la negativa de la práctica sexual puede provocar reacciones de ansiedad, depresión o ira), sexo telefónico, acudir a sitios de alterne o clubs de estriptis ,etc.
(ansiedad, depresión, aburrimiento, irritabilidad, etc.) o como respuesta a situaciones vitales estresantes.
Desde Agrajer damos tratamiento a este tipo de problemas mediante grupos de autoayuda y ayuda mutua y atención individualizada, en las que trabajamos como objetivos: